lunes, 25 de agosto de 2008

Distracción-miopía


distraído, da.

(Del part. de distraer).

1. adj. Dicho de una persona: Que, por distraerse con facilidad, habla u obra sin darse cuenta cabal de sus palabras o de lo que pasa a su alrededor. U. t. c. s.

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Supuestamente mi primera entrada desde que me llegué de Trujillo debía referirse a mi "corta" estancia en esa ciudad. Pero, algunas circunstancias (más pequeñas que un viaje de un mes)dejan grandes enseñanzas y por eso me he puesto a escribir.
Hoy me di cuenta de que aún me falta paciencia y que sigo siendo impulsiva. No me detengo en pensar, en cuál será mi siguiente paso.
Hoy tenía que ir un poco más temprano a la Universidad porque supuestamente me iba a ganar "El delirio de Turing", novela que regalaron a los 10 primeros que tuvieran el ahorcado con el nombre del libro. Yo ya tenía el nombre de la novela desde el miércoles y me levanté un poco más temprano para que no me ganen otros. Pero así no fue.
Cuando llegué a la Universidad, no había absolutamente nadie parado en la librería, así que me relajé, pensé en tomar un cafecito en la cafeta de Letras y de ahí regresaría para "recoger" mi libro. Pero el tiempo se me pasó leyendo el .EDU y ni siquiera tomé mi cafecito.
Cuando me acerqué había unas 15 personas y yo era la última de la fila y, como comprenderán, no llegué a recoger mi libro.
Me sentí sumamente frustrada y enojada conmigo misma por mi enorme distracción. "Ya es tiempo de que cambie", me he dicho hoy.
Como dice mi papá: "No cometiste tu objetivo, y eso está mal". Sí, pues, está mal. Pero queda como una experiencia anecdótica y también como moraleja: Tengo que tranquilizar mis pies, mis manos, mi cuerpo.
Esto también suele sucederme cuando voy a encontrarme con alguien;no tengo paciencia para esperar, y eso es un defecto. Es por eso, que cuando quedo en encontrarme con alguien o llego más tarde o llevo algo para leer para no caer en la ridiculez de la espera parada como un tronco en medio de la calle (o corredor, etc). Justamente fue por esto que no quería quedarme parada como una sonsa en la librería , le temo al ridiculo, al ridiculo de que los clientes de Cafetal me quedaran mirando como bicho raro.
En fin, a pasar la hoja. No me gané la novela, pero gané una lección. En realidad, todo el día ha sido una lección. También tomé el carro equivocado(sucede que hay días en que mi distracción es realmente agobiante). Es la distracción... y la miopía también. Aunque podríamos definir mi distracción como una miopía de la mente.
Me controlaré...la próxima vez.