lunes, 29 de noviembre de 2010

La fusión de la que nacen las estrellas


Qué maravilloso es el amor. Hoy es distinto que hace algún tiempo, ahora nos reservamos el derecho de nuestras caricias para la intimidad, ahora caen sobre nuestros hombros mayores responsabilidades y no podemos quedarnos mirándonos embobados, porque el mundo es más que nosotros dos.

Hoy me puse a pensar que somos más que novios, que somos más que la piel y los besos de estos años, que de alguna manera lo mejor de cada uno ha llegado desde que nos pudimos conocer, desde que este amor nos enseñó a mirarnos a nosotros mismos.

Hoy me di cuenta que sé, en el fondo, que prefiero y entiendo tu manera de querer, objetiva y racional como tu mente: hechos concretos, sacrificios hechos; y que además de eso, eres capaz de volver a la ternura inicial.

Escribiendo esto pienso que sigues siendo el único hombre que me ha querido así y que yo he querido así, amando con la intensidad de la fusión de la que nacen las estrellas.



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