domingo, 25 de junio de 2017
Quid pro quo
Insistes en aparecer,
esta vez
en una caja de Melitta,
pero ahora soy yo
la que curiosa mira
su (tu) interior.
Jugando a ser grandes,
y a cambio de mi antigua Alicia,
me diste las credenciales
para observar
la sensual desnudez de un cartón.
Quid pro quo
Pero mi Alicia,
cada vez más confundida,
al asomarse a tu boca,
comenzó a sentirse sola
y buscó refugio
en el manto negro de tu hombro,
que tan solo la acogió
para recordarle lo que esto fue.
Quid pro quo
Pero insistes en aparecer,
en una caja de Melitta,
en la ventana de un bus
y aquí,
en donde solo yo decido
si perteneces o no.
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