martes, 8 de diciembre de 2009

Antes y después

"There is no one compares with u." (The Beatles)



Cada momento de mi vida tiene una canción,
un recuerdo vago que está guardado en el cajón,
pero desde que llegaste todo cambió.

Comencé a escuchar arias y boleros
y el gato ya no me pareció tan mal,
odié el básico de los comedores
y aprendí a caminar.

Desde que te conocí
ya no hay poemas tristes
en todo está escrito tu nombre
e inicié mi colección de cartas de amor.

Aprendí tantas cosas,
y la cosmología de la vida
me pareció más genial aún.

Aprendí a reconocer tus actuaciones
y tus bromas nerd
y a mirar el mundo con otros lentes.

Comencé a aprender a sostener una mano:
ayudarte, quererte, amarte.

A subirme en un murito para darte un beso más divertido,
comencé a decir “divertido”.

Me mostraste tu club de la serpiente,
de artistas ocultos, de chistes chavescos;
y a atenderte en el cansancio.

Me enseñaste a gritar, a decir mi nombre,
a probar “dulces salados”,
a despojar mi intimidad.

Pero de todas las cosas que me enseñaste,
hay una que sigo aprendiendo:
a llegar a ese, nuestro estado ideal de las cosas,
al amor constructivista,
porque tú eres la práctica y la teoría,
porque tú eres la filosofía y la ciencia,
porque tú eres el hecho fáctico y el hecho fantástico,
porque tú me enseñas que el amor debe ir más allá de su fin evolutivo.

1 comentario:

Edwin dijo...

Qué bonito escrito, Claudia. Pese a que estoy muy ingrato con ustedes, sé que me extrañan, así que para complacerlas estaré cayendo por ahí este domingo. Y va en serio eh.

Saludos

P.D. : Pásese por mi blog, que ya extraña sus comentarios.