sábado, 4 de agosto de 2007

Escribir y scribir


Ella había tenido más conversaciones por Internet que lecturas literarias. Ella se aburre de escribir a mano, pero ama tipear. A veces, se detiene a pensar y sospecha que el Bloc de notas es mejor que el Word. Será porque no le pregunta nada y es tan humilde que es incapaz de corregirle alguna equivocación.Ella no sabe de sangrías menos de programación. El Bloc, justamente por ser bloc, le permite el caos que es su mente y su alma. Ella se identifica perfectamente con el Bloc. La existencia es un bloc donde escribimos millones de veces sobre el mismo pequeño espacio geométrico algún nombre, alguna hazaña, algún desliz, alguna querella. Las marcas siempre están allí para quienes quieran verla. El Word es la soberbia de nuestra inteligencia que se cree infalible.

García Marquez había advertido la inutilidad de la ortografía. O más que eso, la inutilidad de creer que alguien tiene la autoridad para decirnos cómo escribir y cómo no. Escuché hace algún tiempo decir de Vargas Llosa:"Es uno de mis escritores favoritos, pero es un escritor incorrecto". Pobre Saramago, imposiblemente aceptable su estilo sin puntuación. Pero, la literatura, a pesar de estas autoridades linguisticas, sigue siendo un arte, un arte muchas veces bajo la lupa de un arbitro. Lamentablemente, esa lupa busca "corregir" lo escrito por el autor en distintos aspectos, como por ejemplo sobre lo que habla y la manera en que lo dice.Asi como no tener miedo de escribir. Asi como no pensar que en esta pequeña opinión existan incoherencias que alguien pueda advertir. Derrepente se me pasó alguna tilde, conjugué mal un verbo. En la literatura, no podemos pedir corrección de ningún tipo.
Crear palabras es necesario, conjugar las que ya conocemos nos hace únicos. No se puede crear genialmente si existen parámetros.

Mientras trato de entender lo que akbo de escribir me despojare de tildes y de puntuaciones me detendre en que tengo un bloc donde practicar pero derrpente no es practicar quiza nunk haga un libro quiza nadie lea esto quiza no salgo al mundo porque no quiero ondulaciones rojas verdes sobre mis dedos, sobre mi inculta escritura ya no creo que soy escribidora ahora creo que me puedo volver escritora.

1 comentario:

Jol dijo...

Las normas de esta lengua catellana puden ser muchas veces obstáculos para quienes quieren plasmar con la misma más de una imagen y más de una expresión uniforme; en el arte de las palabras que para mí es la literatura, yo sería uno de quienes son de esta idea. No obstante, plasmar imágenes es una acción compleja porque se divide en varios niveles: ¿qué se quiere plasmar? ¿La realidad?

No hay duda que para quienes escriben en principio es fatal coger elementos de la realidad –así sean mínimos–. En ese nivel o conforme se vaya engrosando los niveles de imaginar (dicho esto de plasmar imágenes) necesitamos de la certeza en la información y para ello es fatal, también, recurrir a la normativa de la lengua herramienta de esa actividad. En qué magnitud utilizamos más y más las normas de esa lengua es asunto de que comprendamos el rigor de la lectura del lector; ya que la ausencia de normativa (puntuación, ortografía, grámatica) en un texto en un primer momento podrá hacer de la lectura más sencilla; en un segundo, tercero y enésimo momento será lo más inextrincable que puede leer alguien perteneciente a esa comunidad lingüística.

Dadas estas razones, las sugeridas por implícito y las adicionales que puedas encontrar la literatura puede prescindir de las normas de escritura de una lengua, en tanto algún grado, pero no las puede prescindir por completo. Esa es mi posición y hay que ser intachables en un quehacer tan constructivo. Saludos, Melpóneme, y gracias por estos minutos.